04 junio, 2006

ASÍ ESTÁ SIENDO MI VIAJE

Abro mi correo electrónico, herramienta casi imprescindible del hombre moderno hoy día. Entre todos los correos recibidos (menos de los que desearía, jeje) encuentro un mail de un viejo amigo que me pregunta cómo me va el viaje. Tanto tiempo ha pasado desde que llegué a esta nueva ciudad que mi amigo me ha venido a recordar precisamente que fue un viaje lo que me trajo aquí. Y aquí aprendí a viajar. Aprendí a empaparme de las cosas. A escuchar en vez de oír, a ver en vez de mirar. Descubrí que vivir no es lo mismo que estar vivo, que cada amanecer es distinto, que cada atardecer puede sorprenderte. Ya sólo con eso tenemos unos 730 hechos al año dignos de observar.
Cuando uno viaja de verdad, se nota. Cada lugar, cada rincón y cada momento te deja una huella. Por eso a tu regreso llegas con la maleta igual de llena o igual de vacía, pero ya no eres el mismo. Tú lo sabes, y los demás lo notan. En mi inventario de viaje tengo tres mil quinientas cuarenta y ocho fotos; una camiseta del Politécnico de Torino; un collar de madera; veintiséis postales; un gorro de juglar con cascabeles; una nariz de payaso; un libro en italiano; una camiseta que hicieron mis nuevos amigos; un póster de una película que me encanta; treinta y dos billetes de tren; tropecientas entradas a museos, cines y lugares de interes; una postal de mi treinta cumpleaños; una piedra del Etna; un flexo para el escritorio; una camiseta de Leonardo Da Vinci y dos flores secas del Parco del Valentino.
Si mañana alguno de esos ladrones de objetos entrara por mi balcón y se llevara mi ordenador con las fotos, y se pusiera mi gorro de juglar y mi nariz de payaso, y me quitase mis camisetas, y quemara mis billetes de tren y mis entradas de recuerdo y mis postales, y arrancara mi póster, y se apoderara de todas esas cosas materiales que he adquirido durante mi viaje con el objetivo de tener recuerdos para el futuro… si todo eso sucediera, no me habría robado mi viaje. Porque mi viaje no son esas cosas.
Mi viaje ha sido contener la respiración con Xavi al descubrir los Alpes en el horizonte cual gigante escondido; los rincones que te sorprenden en paseos sin rumbo por Torino; los minutos que se escapan junto al Po; las risas y los sueños en el Parco del Valentino; entender las técnicas de conmutación electrónica en otro idioma; cantarle a Irene la canción de los patitos camino de casa a las cuatro de la mañana; poesías de ovejas entre cervezas y amigos en el Murphy’s; cumpleaños feliz en todas las lenguas del mundo; pasear por las calles sin coches en Venecia; la boca abierta frente al David de Miguel Angel en Florencia; pasear relajado por un barrio peligroso en la Bari Vechia (que bonita es la ignorancia); un salto al pasado en las iglesias rupestres de Matera; liarle los cigarrillos a Patri; los cafés de 6 horas con Nuria; descubrir el silencio en el Parque Romano del Valle de Susa con Jeni; tocar el cielo desde el techo de la catedral de Milán; hacer de guía para la familia; las reflexiones en mi balcón dos metros por encima del mercado de mi calle; el frío en el Valle de Aosta a la sombra del Mont Blanc nevado; pasar el día de la madre con mi madre en el Vaticano; las papas que un Uruguayo que vive en Alemania trajo de Irlanda para comerlas al estilo canario con mojo hecho en Torino (para que digan que las culturas no pueden coexistir); enamorarme de la Mole cada vez que la veo; las noches blancas y los días oscuros; descubrir que las estaciones realmente existen; la olimpiada que cambió mi ciudad; el internet como nexo de unión con los míos; la Mensa que nos da comida por dos euros, capuccino por treinta céntimos y sobremesas de tres horas; la cara helada de mi primo Fran; redescubrir el mar con mi hermana en La Liguria; el tranvía que es una máquina del tiempo; el sabor del chocolate giandugiotto; la pasta; más pasta; descubrir que la nieve no es algodón; cantar el “siamo noi” en Delle Alpi; la pizza al taglio; más pizza al taglio; hacer cola para comer un helado a medianoche con cuatro grados bajo cero… y un larguísimo etcétera.


Pues ya ves amigo, así está siendo mi viaje. Me cuentas que tú también coges un avión en pocos días. Feliz viaje a ti también.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me pone la piel de gallina al ver resumido en unas lineas lo que parece que ha sido toda una vida,lo que parece la definición de una vida perfecta....¿De verdad ésto se acaba? y es que da un poco de miedo pensar en como sera el futuro, el regreso, cuando por un año se ha conseguido ser feliz el 99% del tiempo, cuando por casi un año habeis conseguido que sea feliz todo el tiempo......gracias!!!!!
Bueno, pero aún queda más de un mes,asi que aprovechémoslo y hagamos que sea inolvidable!!!!!Hagamos que nuestras vivencias se multipliquen por dos!!!
Puede que la estancia en Torino se acabe, pero las vivencias ya forman parte de mi manera de ser y los amigos, mi gran familia aqui, ya forma parte de mi "vida real",asi que continuemos andando por ella juntos, ¿os parece?....Que nadie diga que julio es el final, sino el comienzo de una nueva vida....

A M J dijo...

Muchas gracias. Tienes toda la razón. No quería que el post sonara a despedida, porque no lo es. Aún nos queda mucho que vivir... y la historia continuará. Esto no ha sido más que el comienzo.
Gracias por compartirlo conmigo.

mireia dijo...

Hola Alexis!
No nos conocemos, pero quiero que sepas que he "cotilleado" en tu blog y me ha encantado lo que he encontrado!
Creo que este último post es muy bonito y que tienes toda la razón, llevarte la maleta llena cuando regresas a casa, puede ser llevartela llena de sonrisas, de buenos recuerdos, de gente, de conversaciones, de películas, etc.
Bueno, nada, eso era... que me gusta mucho tu blog y que me has picado para que vuelva a entrar otro día.
Un abrazo.

p.d: eres muy afortunado por llevarte todo eso en tu maleta!

A M J dijo...

Gracias por tu comentario Mireia. Me gusta que te guste, jeje. Ya sabes que puedes participar en diferentes secciones e incluso enviar sugerencias y comentarios.
Mi objetivo es que sea un blog hecho por todos.
Un abrazo y suerte por el Sunset Boulevard (que no se si es por la canciòn de Javier Alvàrez, jeje)

A M J dijo...

Para los que me han preguntado por las fotos:
La primera es desde mi balcòn nevado en Enero de este año.
La segunda es una vista de Venecia desde la isla de La Giudeca.
Las dos ultimas son los sassi de Matera y una estatua en el techo de la catedral de Milàn.

Anónimo dijo...

Your are Nice. And so is your site! Maybe you need some more pictures. Will return in the near future.
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